Me levanté sobre las once, había dormir genial, la noche fue increíble, al lado de Dani, como siempre, pero algo más mágico.
Me puse este sencillo vestido:
Me puse este sencillo vestido:
Me peine un poco y me pinté la raya de los ojos, a continuación bajé a la cocina, en ella pude ver a pocos metros, a Dani cocinando, se estaba acostumbrando a ello.
Tu: Vaya...de nuevo el chef, en su hogar.
Dani: -Se da la vuelta, y me recorre el cuerpo con su mirada.- Buenos días princesa, estás preciosa, te he hecho el desayuno, ¿Quieres probar?
Tu: Claro.- Coge un tenedor, pincha un trozo de tortita, le hecha sirope de chocolate, y me la mete en la boca.- Mmm...riquísimo.
Dani: Gracias.- Sonríe.- ¿Desayunamos ya o...?
Tu: Sí, desayunamos.- Como todo un caballero, sacó la silla de debajo de la mesa, y esperó a que me sentara, más tarde, se sentó él, y nos dispusimos a desayunar.
Dani: He pensado que ahora podríamos jugar a las cartas, en frente de la preciosa playa que baña las vistas.
Tu: Cariño, no pienses, no se te da bien, créeme.
Dani: Gracias, yo también te quiero.- Puso puchero.
Tu: Hay unas playas únicas en el mundo, y tu en lo que piensas es en jugar a las cartas, ¿enserio?
Dani: ¿Quieres bañarte? Tu nunca te bañas en la playa, pareces una gata.- Se quedó boquiabierto.
Tu: Por que en todas las playas en las que he estado, el agua estaba congelada, en cambio en esta, mira la pinta que tiene...- Miré hacia la ventana, el agua se veía cristalina, se podía ver lo que había en la arena, bajo ella, sin ningún problema.
Dani: Está bien, como la Señorita Fernández quiera.
Tu: ¿No sería señora?
Dani: No, eso suena a anciana, tu eres muy joven.
Tu: Bueno, joven...
Dani: 22 años, sí, joven, ahora que lo pienso...nos hemos casado demasiado jóvenes, nos hemos atado muy pronto, de por vida.
Tu: Lo dices como si fuera una amargación.
Dani: Para nada, mi amor, me encanta que seas mi...señorita.
Tu: Ya acabé de desayunar, recojo yo, tu hiciste la comida.
Dani: Vale, subiré a ponerme el bañador.- Me dió un pequeño beso en la frente y subió, más tarde bajó, se sentó en el sofá, y esperó hasta que me pusiera el bikini.
Me puse este bikini:
Encima de él, me puse una camiseta de Dani, que me llegaba por los muslos, entonces bajé.
Dani: Preciosa.- Me besó.
Tu: Para ti siempre estoy preciosa.- Solté una pequeña sonrisa.
Dani: Faltaría más, ¿vamos?
Tu: Sí.- Me agarró de la mano y salimos de la casa, tiramos las toallas a la arena, él se metió rápidamente en el agua, mientras yo me quitaba la camiseta, me costó meterme, el agua en realidad sí que estaba bastante fría, pero me acostumbré a ellos, si no me tiraba yo, él me tiraba, así que, sin pensarlo, cerré mis ojos y me sumergí.
Dani: ¿Sabes que?.- Me juntó a él, agarrándome de la cintura.
Tu: No, no sé.
Dani: Te amo, como nunca he amado a nadie.
Tu: Yo también te amo.- Le besé.- Hecho de menos a los pequeñajos.
Dani: Se te pasará...- Sonrió.
Tu: ¿Tú no?
Dani: Claro que sí, pero me aguanto, por que es nuestra luna de miel...y por que nos merecemos unas vacaciones, ¿te acuerdas de aquel día...?
{...}
Tu: Dani...
Dani: No digas nada princesa, sé que haber estado una semana sin hablarte no ha estado bien, pero eso es otra historia, ahora estamos aquí, tu y yo, y lo demás me da igual, solo me importa este momento, solo me importas tu.
Tu: Prométeme que no te irás nunca de mi lado.
Dani: La próxima vez que me vaya, será a nuestra luna de miel.
Tu: ¡Alá!
Dani: ¿Qué pasa? ¿No te quieres casar conmigo?
Tu: No es eso.
Dani: ¿Entonces?
Tu: Te quiero.
Dani: Te amo mucho mi princesita.
{...}
Me emocioné bastante recordando aquel día, el día en el que me reencontré con Dani, después de su viaje a Londres.
Dani: ¿Lo recuerdas?
Tu: Como si hubiera sido ayer.
Dani: Han pasado muchas cosas...
Tu: Y tantas...- Rodeé el cuello de Dani con mis brazos, y subí mis piernas a sus muslos.
Dani: Pero te sigo amando como el primer día, o incluso más, sí, claro, mucho más, ahora he formado una familia, maravillosa, sigo cantando, que es lo que he querido hacer siempre...mi vida es mágica.
Tu: La mía también.
Dani: ¿Que hiciste conmigo, Señorita Fernández? ¿Que hiciste conmigo desde el primer momento en el que llegaste a mi vida? Pusiste mi vida vuelta de cabeza.
Tu: ¿Y tu? ¿Que hiciste conmigo?
Dani: No lo sé, te quiero.
Tu: Y yo.- En ese momento sonó mi móvil, 'I breathe your fire, i breathe your fire, girl.'' salí del agua y lo cogí, mientras me ponía una toalla alrededor de mi cuerpo, era Herenia.
*CONVERSACIÓN TELEFÓNICA*
Tu: ¡Hola cielo!
Herenia: ¡Marta! ¿Como te va?.- En ese momento supe que estaba el altavoz puesto, por que todos a la vez me saludaron diciendo, ''¡Pequeña!''.
Tu: Genial, ¿Y a vosotros?
Herenia: Muy bien, echándoos de menos.
Tu: Y yo a vosotros, ¿Que tal mis pequeños?
Herenia: Bien, aunque notan tu ausencia.
Tu: ¿Y por qué llamáis, especialmente?
Herenia: Tengo una noticia que darte.- Oí que sonrió diciendo esa frase.
Tu: Dime.
Herenia: Juanca y yo...nos casamos.
Tu: ¿¡QUE!? ¿Y no me habéis esperado para estar en ese momento? Malas personas.
Herenia: ¡Lo siento!
Tu: Es broma tonta, me alegro un montón, enhorabuena.
David: -Por el fondo- ¿Y Dani?
Tu: En el agua, diré que has preguntado por él, tengo que irme, os mando un abrazo virtual a todos, sobre todo a mis pequeños, os quiero, hasta dentro de una semana.- Colgué, y Dani salió del agua, poniéndose una toalla alrededor de su cintura.
Dani: ¿Quién era?.- Dijo acariciándose su preciosa melena mojada.
Tu: Los chicos, Herenia y Juanca se nos casan.
Dani: Wow...que fuerte.
Tu: Ya, lo sé, ¿Vamos?
Dani: Sí, vamos.- Recogimos todo y entramos a la casa, nos pusimos a hacer la comida entre risas, manchas de tomate en la cara, y besos, muchos besos.
TO BE CONTINUED...